martes, 11 de febrero de 2014

Ya somos La Biblioteca de Amelia

Esta biblioteca ha cambiado de nombre.
Ayer por la tarde, tuvo lugar el acto en el que entre lágrimas, discursos, sorpresas y sonrisas, nuestra bliblioteca dejó de llamarse Biblioteca del CEIP Gerardo de Los Corrales de Buelna para convertirse en La Biblioteca de Amelia.
Compañeros, alumnos, padres de alumnos, antiguos compañeros, antiguos alumnos, padres de antiguos alumnos, amigos, familiares, AMPA, maestros, personal del centro, colaboradores de la biblioteca... participaron en este merecidísimo reconocimiento.
Podríamos exponer los motivos que nos han llevado hasta aquí, pero quizá sea mejor reproducir el discurso que el equipo de la biblioteca (manteniendo, claro está, por una vez y sin que sirva de precedente, a Amelia al margen) elaboró para la ocasión y que nuestra coordinadora leyó en el acto.



Cuando se nos ocurrió la posibilidad cambiar el nombre  de nuestra biblioteca y poner el de “La biblioteca de Amelia” lo primero que hicimos fue decirle a nuestro director que teníamos que hablar con él de algo importante, ya que algo tan serio como un bautizo requiere de padrino, madrina, invitados, cura… y sobre todo de la aprobación del claustro de profesores. Al ver Mariano que a la reunión acudíamos los tres miembros del equipo de la biblioteca debió temerse lo peor (que íbamos a pedirle más dinero o  que sellase una clase para hacer una piscina que complementase la exposición del agua que teníamos prevista para marzo); así que cuando le dijimos que queríamos tratar un tema relacionado con Amelia ocurrieron dos cosas: por un lado se le relajó la expresión de la cara y por otro nos dijo que si el asunto que nos traíamos entre manos no sería por casualidad poner a la biblioteca el nombre de nuestra compañera. Una de dos, o es verdad lo que se oye comentar a los chavales, eso de que hay cámaras en todos los rincones del colegio y que Mariano desde su despacho lo puede ver todo, o es que el reconocimiento que hoy hacemos a Amelia es tan lógico, tan justo y tan necesario que se nos ocurrió a la vez al equipo de la biblioteca,  al director  del centro, y quién sabe si a alguien más. Va a ser lo segundo ¿no? Ya no nos quedaron dudas cuando unas semanas después el claustro aprobó por unanimidad la propuesta: era algo lógico, justo y necesario.
Por cierto, el nombre de La Biblioteca de Amelia, no es una ocurrencia nuestra. Es una idea de un alumno anónimo, al que alguno de nosotros, hace años, cuando la biblioteca todavía estaba en el piso de arriba y era responsabilidad casi exclusiva de nuestra compañera, escuchó preguntarle a otro niño si estaba abierta la biblioteca de Amelia. 
Para el equipo de la biblioteca poner tu nombre a este espacio, va a significar  tenerte siempre presente, a pesar de que físicamente no estés en el centro (aunque ya sabemos que alguna escapada harás para venir a visitarnos). Recordar nada más cruzar esa puerta que estás con nosotros, nos va a infundir ánimos y nos va a ayudar cuando las cosas se enrevesen,  o en esos momentos en los que el trabajo nos supere o las ideas en lugar de venir parezcan escaparse.
Imaginarás, sin embargo, que este reconocimiento no es gratuito, que mirar al pasado está muy bien, es muy bonito, pero que de las rentas no se vive (¿cuántas veces habremos dicho esto a nuestros alumnos?). Así que ya sabes a quien vamos a llamar cuando surjan los problemas o cuando necesitemos que nos echen una mano. Aunque a decir verdad sabemos que no va a hacer falta porque, como siempre, antes de pedirte nada ya nos lo vas a estar dando.
Bueno compañera, va a ser difícil, pero intentaremos seguir el camino iniciado por ti, mantener este castillo que empezaste a levantar tú sola, y en cuyas obras nos permitiste participar. Hemos disfrutado mucho trabajando a tu lado, hemos aprendido de ti, si cabe, todavía más, pero si algo ha hecho especial esta aventura ha sido la ilusión. Tu ilusión despositada en este proyecto, una ilusión que has sabido transmitirnos a nosotros y a todos los incautos, niños, maestros, familias… que en algún momento se atrevieron a entrar aquí. 
Sabemos que el cambio de nombre es una mera cuestión de palabras, pero aquí, en una biblioteca, las palabras son seguramente lo más importante, el principal patrimonio de que disponemos.
Bueno Amelia,  podríamos acabar diciendo que eres una gran persona o una excelente profesional, pero ¿quién no sabe eso ya? Así que para no redundar no nos queda otra que decir aquí, delante de toda esta gente, que eres una buena amiga y que…

… te queremos.

4 comentarios:

Amelia dijo...

Ayer fué un día de esos que te marcan para siempre. Tanto cariño demostrado, apabulla un poco, solo un poco, porque los abrazos recibidos me sirven para continuar hacia adelante, siempre hacia adelante con fuerza. Volveré pronto a recoger otro puñado de abrazos y a disfrutar de ese precioso mural que lleva mi nombre. Muchísimas gracias a todos los que me acompañásteis y a los que no pudísteis y me habéis hecho llegar vuestro cariño.Todos tenéis un huequito en mi corazón.

Rubén, Naiara dijo...

Es lo menos que se ha podido hacer por tí con todo lo que tu nos has dado y aportado. Gracias Amelia.

Charo B. V. dijo...

Gracias a ti por ser como eres,¡te mereces eso y más!

SIRA dijo...

Fue un día muy emotivo sí. Gracias a ti Amelia por ser tan especial. Ahora cada vez que vemos esa placa en la puerta, nos sale una sonrisa, esa que tú siempre luces en tu rostro y que nos contagias a todos. Un besazo.